domingo, 29 de mayo de 2011

Me matan si no aborto y si aborto me matan


En Argentina se practican al año cerca de 500 mil abortos en forma clandestina. Se estima que de ese total una cuarta parte (125 mil) termina con la vida de la madre producto de la irrupción ilegal del embarazo.

En la mayoría de los casos las victimas son mujeres de bajos recursos sin posibilidades materiales de acceder a clínicas (ilegales) en condiciones sanitarias acordes. Es por esta razón que la mayoría se ve obligada a interrumpir sus embarazos en lugares insalubres y bajo la tutela de personas sin conocimientos médicos. Esto determina que lleguen a las salas de urgencia de los hospitales públicos con su vida seriamente comprometida.

Profundizar en el terreno de lo filosófico y la moral resulta algo anecdótico — e irrelevante— cuando cientos de miles de mujeres pierden la vida todos lo años debido a que el aborto sigue siendo ilegal en Argentina. La mayoría de los profesionales de la salud concuerdan con que el proceso es una práctica simple de realizar y, en condiciones sanitarias adecuadas, de muy bajo riesgo para la vida de la mujer.

Esto resulta importante de enfatizar puesto que el número de interrupciones crece año a año y quienes más padecen sus consecuencias negativas, producto de la clandestinidad, son las mujeres y adolescentes de los sectores menos pudientes. Las personas de clase media, media alta y alta, por su condición económica acomodada, pueden acceder al pago de grandes sumas de dinero para realizar la interrupción en establecimientos competentes y con profesionales calificados.

Semejante situación de inequidad económica determina, tácitamente, que quienes deben padecer y sufrir los estragos de los aborto practicados de forma clandestina, sean las mujeres pobres. De hecho el problema de la actual legislación es que, sin proponérselo, pone en riego la vida de las personas en relación a un factor monetario. Y esto es así porque la interrupción de los embarazos —mal que le pese a quien pese— no se detienen debido a que existe una ley que lo reprime.  

La falta de una regulación jurídica aggiornada con la realidad y los tiempos que corren, es el principal escollo para terminar con tantas muertes evitables. A su vez representa la única manera de poner en igualdad de condiciones, a todas las mujeres argentinas que deciden abortar su embarazo.

Las leyes que históricamente lo castigan tampoco han demostrado generar una disuasión en las mujeres que deciden abortar. Sin ir más lejos lo único que lograron es agravar el número de muertes, el sentimiento de culpa y consolidaron la instauración de un mercado ilegal de servicios médicos que usufructúan profesionales de la salud ávidos de dinero.

Esto es producto de que ninguno de los gobiernos que se sucedieron, desde la vuelta de la democracia a esta parte —incluido el actual—, se atrevió a tomar la decisión política de legislar a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

Cosa que llama la atención si se tiene en cuenta que en el país existen las condiciones sociales objetivas para hacerlo y que desde distintos sectores se viene trabajando muy seriamente en proyectos de ley que terminen con la actual legislación.

Al parecer 125 mil muertes al año son más tolerables que gobernar con la jerarquía de la iglesia y los sectores conservadores en contra.

Ante esta falta de protección por parte del Estado, distintas agrupaciones feministas, homosexuales y políticas de base, tomaron la decisión de educar y concientizar sobre prácticas abortivas seguras. “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas” es la respuesta directa, en forma de libro, que encontraron estos grupos para subsanar la falta de políticas públicas que protejan el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

Una característica notable de este libro es la estrategia comunicativa que aplicaron los autores para hacerlo amigable frente a su potencial lector. La conjugación de los colores, la estética gráfica del arte de tapa; sumado al lenguaje coloquial, desacartonado y didáctico en que se redactó. Permiten que el abordaje al texto sea de forma relajada ya que no posee la habitual carga de oscurantismo asociada con el aborto. A su vez anula la sensación de temor que podría generar el estar frente a la lectura de informaciones consideradas ilegales.

Las sociedades de todo el mundo han demostrado siempre estar a la vanguardia de los cambios que en ella se producen. Los gobiernos y las instituciones subalternas rara vez están a la altura de estás circunstancias y por lo general tienden a respetar y sostener el status quo vigente.

El miedo a la evolución de la conciencia social y a la pérdida de control sobre la vida de los pueblos, aumentan los niveles de intolerancia y retrasan la aplicación de legislaciones progresistas que ya fueron internalizadas y aceptadas  por la ciudadanía.

Lo que estos poderes nunca tienen en consideración es que una vez echada a rodar una idea es imposible detener sus derivaciones y sus emergentes.

El aborto en Argentina terminará siendo una práctica legal y amparada por el Estado. Libros como el de la foto son el argumento más contundente y cabal de que no existe vuelta atrás. Y tarde o temprano algún gobierno tendrá que entender que tantas vidas apagadas, por causas evitables, es un precio demasiado alto a pagar para sostener creencias y leyes obsoletas en los tiempos que corren.    


Para descargar en PDF “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas”, hace click acá